sábado, 5 de enero de 2013

Aire

Respirar, una vez tras otra,
hasta alcanzar la paz,
sin barreras, sin miedos.

¡Oh Aire querido! Cómo te extraño,
por las noches y las mañanas sobre todo.

Hacías que mi fuego fueran llamas,
y las montañas, colinas.

Te busco incansablemente por los rincones que pinté de verde para encontrarte cuando quiera en mis sueños.

Te palpo en mis fantasías adivinandote de formas asombrosas, atravesando todas las puertas y ventanas que me llevan a ti.

Ahi te tengo, dentro de mi, te estoy conociendo otra vez. Difrutándote otra vez. Queriendo que para siempre.

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